Democracia
vino del este, en el momento en que las fronteras comerciales debieron ser más
permisivas para volverse más redituables.
Democracia
podía adquirirse en cualquier juguetería a un precio de veinte australes, venía
en una caja roja y azul y era el regalo ideal para un niño de 12 años.
El juego
consistía en elegir entre los participantes a un líder. Éste líder debería obtener
las piezas de los demás jugadores a fuerza de actos importantes para el
desarrollo de un pueblo. Muchos líderes invertían en construcciones, muy pocos
aparecían en eventos públicos, algunos se comprometían a causas nobles.
El juego
concluía en un período determinado de tiempo. Si el participante líder obtenía
todas las fichas de los demás jugadores antes de ese tiempo, el juego terminaba
automáticamente con él como ganador.
El juego fue
popular en los días finales del Último Emperador. Cuando murió se basaron en
este juego para fundar lo que hoy en día se llama República.