Madre dice que soy un ángel, o un santo. Lo repite hasta romper en llanto o tener un crisis de nervios.
Está así desde que papá nos dejó. Una vez a la semana recibe únicamente la visita de nuestro pastor, el señor Dod.
Generalmente comparten un té en silencio y cruzándose miradas que es difícil interpretar. Luego el señor Dod se despide y se marcha.
No entiendo cómo pero mamá dice que esas reuniones le causan alivio.